
Sinopsis
Edgar Alvarez está de visita en Pasto, ha venido a desarrollar una más de sus obras en plastilina, esta vez recordando a los abuelos y sus historias de duendes y brujas.
Edgar ya en su estudio, comienza la elaboración del personaje Jacinto, el abuelo, este empieza a cobrar vida con leves movimientos, voltea una mirada hacia Edgar y èsta es de mucha tristeza.
Para Jacinto, acercarse a su pequeña nieta con historias fantásticas, le ha sido muy difícil, pues con tantas tecnologías y formas de entretenerse, reunirse alrededor de las tulpas se ha dejado de lado.
La creatividad e ingenio de Edgar, dará vida a los relatos de Jacinto, y este no solo podrá estar feliz sino que también recuperara muchas cosas que daba por perdidas.
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Argumento
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Todo inicia cuando Edgar Humberto Álvarez llega a la ciudad de Pasto, se encuentra en la plaza de Nariño, observa desde allí toda la arquitectura y su gente, cuando algo capta su atención; un conjunto de viejitos sentados a lo lejos en una banca, quienes hablan sobre como las cosas han cambiado a través de los años; no son escuchados, se sienten invisibles y solos. Edgar un tanto acongojado por la escena que acababa de presenciar, parte hacia su taller, entra y camina sobre un piso rechinante, arrastra su silla y se sienta, crea en su mente la siguiente idea que publicara en su famosa sección del periódico: EL OLVIDO DE LA TRADICIÓN ORAL EN PASTO, pero como hablar de ello, ¿es acaso un tema importante?, todas estas dudas rondan en su mente mientras toma una bola de plastilina y la amasa contra el escritorio creando un lápiz, el cual usa para bocetar con trazos rápidos y distraídos al abuelo Jacinto, se sorprende al ver que sus trazos mágicos empiezan a cobrar vida, en medio del asombro y la incertidumbre, Don Jacinto da algunos pasos y con una expresión triste en su rostro invita a Edgar para que lo acompañe a conocer una parte de su vida.
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Nuestro artista tiene una estupenda idea, toma trozos de plastilina y empieza a modelar a los personajes de esta historia, Jacinto, Valeria y un pequeño duende, dándole forma a esa masa inerte, es así como poco a poco se comienza a visualizar parte del hogar de Jacinto, este se sienta en una silla declinable, puede observar a lo lejos a una pequeña niña que está demasiado concentrada con algo en su celular, tan concentrada que no se daba cuenta que su abuelo estaba allí, dispuesto y ansioso a contarle algo muy importante.
Edgar no puede ser indiferente ante este hecho, porque como todo artista siente que debe hacer algo, no puede quedarse de manos cruzadas; entra en la historia y se sienta cerca de Jacinto y en medio de la oscuridad con unas pequeñas velas sirviendo de iluminación comienza a escuchar la historia: Don jacinto dice:
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- Tiene figura de niño..
Con las letras saltando de su boca, logra captar la atención de Valeria, su nieta, quien poco a poco se va acercando a escuchar el relato sucedido en una fría tarde, cuando Jacinto recogía leña para la tulpa, casi que atraído por un canto hipnotizante, llego hasta una chorrera en donde vio a un duendecillo jugando con el agua, mientras el abuelo cuenta la historia un duende empieza a salir del rió y con gesto de amistad se sienta cerca de Jacinto, su nieta emocionada pregunta:
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-¿Y que paso después abuelito?


